viernes, 8 de abril de 2016
EPILOGO (SEGUNDA PARTE)
Era bastante tarde cuando vibró el móvil de Paula. Pedro y ella se encontraban en París de luna de miel, y se le pasó por la cabeza la idea de no mirar el correo electrónico. Pero Pedro lo había escuchado.
—Vamos, ve a ver quién es. Ojalá que sean mi madre y Juan.
Paula abrió el móvil y leyó el mensaje sin dar crédito.
—Es de Sofia.
—¿De quién?
—De mi otra compañera de habitación en la universidad, además de Maria.
—Ah, sí, la rubia explosiva.
Mientras Paula seguía leyendo, se dejó caer en la cama.
—¿Malas noticias?
—Sí y no —susurró—. Sofia dice que necesita un lugar donde esconderse y un trabajo.
—¿Esconderse? ¿De qué?
—No lo dice —contestó Paula.
Pedro se sentó en la cama junto a ella y le echó un brazo por encima de los hombros.
—Si quieres volver a casa, podemos hacerlo.
—No —repuso Paula—. Sofia me dice que no lo haga. Yo... —Levantó la cabeza—. Voy a llamar a Blanca.
—¿Quién es Blanca?
—La gerente de la consulta de mi hermano. Ruben no lo sabe, pero está a punto de conseguir otra empleada. —Se llevó el teléfono a la oreja.
Pedro se puso de pie.
—A mí me parece que estás haciendo de casamentera.
—¡Por Dios, no! ¿Ruben y Sofia? No funcionaría en la vida. Ella es demasiado lista y demasiado agradable para mi hermano. Pero creo que voy a mandarle un mensaje de correo electrónico a mi primo Ramon para pedirle que le eche un ojo a mi amiga.
Pedro meneó la cabeza y se sentó en un mullido sillón para abrir un periódico. Al parecer, su mujer iba a tardar un rato mientras organizaba la vida de su amiga.
Oculto por el periódico, sonrió. Estaba convencido de que era el hombre más feliz sobre la faz de la tierra.
—Tómate el tiempo que quieras —le dijo—. Tenemos toda la vida por delante.
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Buenísimo final para una bella historia.
ResponderEliminarHermosa historia! Por fin leí la segunda parte! me encantaron las historias paralelas también! Ahora voy por la tercera!
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